Pago del Servicio Ambiental
en la Tarifa
de Acueducto en Heredia
Costa Rica
Resumen
El valor de las fuentes de agua de gran calidad
para la ciudad de Heredia ha sido un beneficio gratis pero ahora se requiere
pagar por la conservación de la cuenca alta del Río Segundo, Ciruelas y Tibás.
Actualmente, el costo de financiar la protección de bosque en estos sitios, es
pagado por los abonados del acueductos en Heredia y está incluido en la tarifa
de acueducto. Esta iniciativa pionera en
Costa Rica fue motivada por la preocupación de la Empresa de Servicios Públicos
de Heredia (ESPH), sobre la urgente necesidad de proteger las fuentes de agua del
riesgo de contaminación y urbanización en
la parte alta de la cuenca. Debido a esa amenaza, desde Marzo del 2000, la ESPH S.A., ideó creativamente
el uso de instrumentos económicos, para dirigir acciones para proteger ese capital natural representado por la
riqueza de agua de alta calidad.
Antecedentes
El macizo del Volcán Barva y los cerros adyacentes,
parte de la Cordillera Volcánica Central, ubicados al norte de la ciudad
Heredia, han constituido una zona de gran riqueza de recursos hídricos debido a
las favorables condiciones de formaciones boscosas y que los caracteriza.
Históricamente, los ríos, quebradas, nacientes y
manantiales de esta zona, han sido de importancia estratégica para el
abastecimiento de agua para consumo humano y usos agro-industriales, como el
beneficiado de café, en los distintos cantones de la provincia de Heredia y San
José
El
reto de “aprender haciendo”
El ejemplo liderado por el Instituto Nacional de
Biodiversidad (INBio), de aplicación práctica del conocimiento y el valor de la
educación pragmática para contribuir a la conservación del patrimonio natural,
la ESPH opto por esta modalidad para cumplir con su objetivo de protección
efectiva y uso sostenible de las fuentes de agua. Aprendiendo de las
experiencias practicas en el uso sostenible y no destructivo de los recursos
naturales, la ESPH planteó que para la conservación de las fuentes de agua
locales, era necesario adoptar una orientación similar a la trilogía que
gobierna la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad. En este sentido, se
formularon los siguientes pasos: “proteger, valorar, usar y pagar” como piedra
angular del proceso.
Para lograr una mayor sostenibilidad, en el año
2000 se introdujeron ajustes a la tarifa de agua conocido como “tarifa hídrica”, para que los
abonados pagaran el costo de servicio ambiental generado al mantenerse una
adecuada cobertura boscosa en áreas de infiltración y de recarga de acuiferos.
Los fondos generados por la tarifa hídrica, son utilizados para pagar contratos
por pago de servicios ambientales: una compensación monetaria a propietarios
privados por la protección y restauración de bosque en las cuencas usadas para
abastecimiento de agua potable para Heredia. A los abonados se les cobra mensualmente
un monto de 12 colones adicional por metro cúbico consumido. Los propietarios
de fincas con bosque que participan, reciben
un monto cercano a los ¢70.000.00/ha./año por proteger la zona de captación de
agua. A la fecha, se financia la protección de cerca de 1190 hectáreas de
bosque natural y reforestación en propiedades privadas. Además se cuenta con el
apoyo de grandes consumidores industriales de agua como el productor de cerveza
y agua embotellada. Este pago adicional de los abonados para compensar a
finqueros que protegen el bosque, responde al principio de responsabilidad
ambiental de los ciudadanos con su entorno. Esta experiencia provee un ejemplo práctico
y descentralizado de las posibilidades y la viabilidad del pago de servicios
ambientales y la internalización de los beneficios ambientales asociados al
agua para consumo humano, en municipalidades del país.
El principal objetivo de la ESPH S.A., al impulsar
este tipo de proyectos es la conservación de las fuentes de agua bajo su
administración e inclinar el desarrollo de la región hacia un modelo que haga
compatible el crecimiento económico, el desarrollo social y la conservación.
“Proteger, valorar, usar y pagar”
La ESPH
estableció un novedoso programa descentralizado y dirigido de pago de servicios
ambientales denominado PROCUENCAS,, financiado en su totalidad por medio de la
tarifa hídrica. En este proceso no interviene ningún otra entidad estatal. El
programa es autosostenible financieramente con recursos locales, ya que hasta
la fecha no han intervenido recursos externos provenientes de donaciones,
fondos públicos, impuestos del Estado, organismos multilaterales, ni de
cooperación internacional. La tarifa hídrica es un pago por el costo de la
protección ambiental asociada directamente con la prestación del servicio
público del acueducto. Los recursos capturados por concepto de tarifa hídrica,
al igual que el recibo de servicios públicos convencional, son manejados
directa y únicamente por la ESPH, como responsable legal en ultima instancia,
de la administración del acueducto
(Cordero, 2002). El programa PROCUENCAS, se estableció para la protección y
recuperación de las de las fuentes de agua y áreas de recarga. Esta área
comprende las micro cuencas de los ríos Segundo, Ciruelas, Bermúdez, Tibás y
Pará, y abarcan los cantones de San Isidro, San Rafael, Heredia, y Barva en la
provincia de Heredia. La zona tiene importancia estratégica para el
abastecimiento de agua de consumo humano por parte de la ESPH.
PROCUENCAS tiene
como objetivos principales la conservación y recuperación de las áreas de
protección efectiva de cada fuente de agua potable administrada por la Empresa
y el mejoramiento de la calidad del agua de los ríos y de las aguas de infiltración
en las micro cuencas en mención.
Esto mediante la
formalización de contratos con propietarios dueños de bosque o de áreas
degradadas en reforestación, quienes se comprometen a la protección de la
cobertura forestal y protección del recurso hídrico, a cambio de recibir una
remuneración económica conocida como “pago por servicio ambiental hídrico”.
Bases para la innovación
Costa Rica goza de indicadores de desarrollo
humano sostenible que lo hacen privilegiado en lo referente al acceso a agua y
saneamiento. A pesar de los grandes logros de las políticas estatales de salud
publica en mejorar el acceso de la población a agua segura y de calidad, en
general y debido a la vulnerabilidad de la mayoría de fuentes de agua para
consumo humano, aun existe en Costa Rica
un grado de riesgo sanitario (Estado de la
Nación, 2002 y Laboratorio Nacional de Aguas, 2001).
Un
problema derivado de la urbanización no controlada ni planificada, es el riesgo
de contaminación de fuentes de agua para consumo, con aguas residuales y sustancias,
como pesticidas y agroquímicos. Incidentes de contaminación de fuentes de agua
para la GAM ocurridos durante el 2001, reflejan que el riesgo es inminente
(Estado de la Nación, 2002).
Estos lamentables hechos generan al país
costos en salud (atención medica y medicamentos) y pérdida de productividad
(días laborales perdidos) causados por agentes de enfermedades de transmisión
hídrica, que para nuestro país son controlables. Otros costos los representa la
perdida de agua que no se factura, además de los costos de inversión en el
reemplazo de la fuente.
La ESPH considera que estos riesgos son
prevenibles y manejables, a un costo menor que el de su mitigación. Justamente
con una política de aversión a este tipo de riesgo, la ESPH se ha planteado la
protección integra de las fuentes de abastecimiento de agua como una inversión
con un alto retorno en términos de beneficio social, y no como un gasto.
En el cumplimiento del objetivo de
protección de las fuentes de agua de esta entidad, la Ley de Transformación de
la ESPH #7789,le otorga la responsabilidad de proteger y manejar los recursos hídricos
de la provincia de Heredia, así como la posibilidad de invertir recursos
económicos en el cumplimiento de este objetivo (La Gaceta,1998). Con esta competencia,
la ESPH optó por aprovechar el amplio conocimiento existente de servicios
ambientales y los recursos legales ya establecidos.
Conceptualmente se acepta la posibilidad de
cobrar no sólo el servicio de administrar y transportar el agua hasta el
consumidor, sino que además el costo asociado a proteger y manejar el bosque
y/o los ecosistemas que intervienen en los procesos de captación e infiltración
en el subsuelo.
La aplicación del instrumento abre nuevas
oportunidades económicas para solventar el problema del costo de oportunidad
del uso del suelo que asume el propietario privado de bosque. La conservación del
bosque y ecosistemas como un legitimo uso de la tierra, se transforma así en
una actividad productiva alternativa con capacidad de generar ingresos
complementarios.
Basados en lo anterior, la ESPH adoptó el
esquema de la política nacional de servicios ambientales del MINAE, para
establecer un mecanismo de pago de servicio ambiental por la conservación y protección
de las fuentes de agua locales, localizadas en el Area de Conservación
Cordillera Volcánica Central.
Consideraciones finales
La iniciativa de
la ESPH para implementar un pago de servicios ambientales por agua, refleja una
visión pragmática para contribuir localmente a la solución de problemas reales
y amenazas futuras que enfrenta el recurso hídrico en la zona. La modesta pero
determinada, capacidad de autosuficiencia financiera del programa PROCUENCAS,
rescata la viabilidad de organización y apoyo local para canalizar acciones
concretas en forma expedita a escala de microcuenca. Este es un saludable
ejemplo práctico de descentralización en que es posible enfrentar el problema
al inicio y obtener impacto en los resultados sin tener que recurrir a complejos
procesos legales, ni a culpar a otros de la inoperancia institucional, para
justificar una actitud de “no hacer nada”.
La “tarifa
hídrica” es un reflejo de una fase avanzada de servicios públicos consolidada y
de una consistente cultura de pago por un servicio de acueducto regular y de
calidad potable. La inversión en ambiente responde a un ajuste gradual a una
cultura de manejo integrado de recursos hídricos. La
incorporación de
variables ambientales en la tarifa se establece en función del costo real y
creciente de obtener el recurso hídrico en condiciones de calidad suficiente
para brindar el servicio de abastecimiento. Reconociendo el riesgo inminente de
pérdida o degradación de las condiciones naturales que suplen hoy este recurso
esencial y el costo que implicaría su reemplazo, la ESPH actúa para gestionar
la salud de las micro cuencas que constituyen un activo más que un recurso
natural. Hasta hoy, solo las empresas de servicios públicos, como ESPH y la
Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), mantiene las inversiones en ambiente
como parte de su presupuesto operativo.
En la actualidad
En la actualidad
se han formalizado 11 contratos, que representan un total de 410.44 ha de
bosque y 1 ha en reforestación, ubicadas en las micro cuencas de los ríos
Ciruelas, Segundo, Bermúdez, Tibás, Pará y Las Vueltas, que abastecen el
acueducto administrado por la ESPH S.A. Los contratos formalizados pueden
clasificarse en tres subgrupos de acuerdo al monto de pago:
a) Contratos con ESPH S.A. Estos corresponden a aquellos contratos en donde las partes firmantes
son el
Beneficiario y el
Presidente de la Junta Directiva. Las cláusulas de estos contratos estipulan
que el monto
a pagar en la
modalidad de conservación es de ¢23000 / ha /año durante 10 años, y en la
modalidad de reforestación el monto a pagar es de ¢300000/ha distribuidos en un
plazo de 5 años. En la actualidad existen 7 contratos formalizados que
representan un total de 97.67 ha de bosque y 1 ha de reforestación (02-2003),
los montos cancelados a la fecha suman un total de ¢ 19,320.000.
b) Contratos según Convenio ESPH S.A.
– FUNDECOR. En esta categoría de contratos están amparados al
Acuerdo Contractual entre la ESPH S.A. y FUNDECOR, y el monto a remunerar a los
propietarios es de $67/ha/año durante 5 años. Del total de este monto
$45/ha/año son aportados por la Florida Ice & Farm
Co. y $ 22/ ha
/año son aportados por la ESPH S.A. No obstante, es importante mencionar que
para cumplir con los pagos durante el primer año la ESPH S.A. compró al
FONAFIFO Certificados de Servicios Ambientales (CSA) mediante Convenio entre
FONAFIFO-ESPH S.A.. Esto por un monto total de $9100, asumiendo que la meta del
año 2002 sería de 350 ha bajo contrato. De este monto $4/ha son destinados a
FONAFIFO para cubrir costos administrativos y de certificación, por tanto el
monto neto que transfiere la ESPH S.A. al FONAFIFO es $26 /ha. A la fecha
existen 4 contratos formalizados que representan un total de 311.77 ha y los
montos cancelados son ¢3,161387.23.
c) Convenio ACCVC/ MINAE- ESPH S.A. Este establecen que la ESPH S.A le reconoce el Pago por Servicio
Ambiental a 373.4 ha de bosque ubicadas en el Parque Nacional Braulio Carrillo.
Por otra parte, para la ejecución de labores de apoyo en la promoción de
PROCUENCAS, la ESPH S.A. aportará al MINAE ¢1150/ha sometida bajo contrato.
Consideraciones finales
La iniciativa de
la ESPH para implementar un pago de servicios ambientales por agua, refleja una
visión pragmática para contribuir localmente a la solución de problemas reales
y amenazas futuras que enfrenta el recurso hídrico en la zona. La modesta pero
determinada, capacidad de autosuficiencia financiera del programa PROCUENCAS,
rescata la viabilidad de organización y apoyo local para canalizar acciones
concretas en forma expedita a escala de microcuenca. Este es un saludable
ejemplo práctico de descentralización en que es posible enfrentar el problema
al inicio y obtener impacto en los resultados sin tener que recurrir a
complejos procesos legales, ni a culpar a
otros de la inoperancia institucional, para justificar una actitud de
“no hacer nada”.
La “tarifa
hídrica” es un reflejo de una fase avanzada de servicios públicos consolidada y
de una consistente cultura de pago por un servicio de acueducto regular y de
calidad potable. La inversión en
ambiente responde a un ajuste gradual a una cultura de manejo integrado de
recursos hídricos. La incorporación de variables ambientales en la tarifa se
establece en función del costo real y creciente de obtener el recurso hídrico
en condiciones de calidad suficiente para brindar el servicio de abastecimiento.
Reconociendo el riesgo inminente de pérdida o degradación de las condiciones naturales que suplen hoy este recurso esencial
y el costo que implicaría su reemplazo, la ESPH actúa para gestionar la salud
de las microcuencas que constituyen un activo más que un recurso natural. Hasta
hoy, solo las empresas de servicios públicos, como ESPH y la Compañía Nacional
de Fuerza y Luz (CNFL), mantiene las inversiones en ambiente como parte de su
presupuesto operativo.
En este sentido,
la ESPH y los heredianos han respondido como custodios de un patrimonio común de
recurso hídrico, que pertenece y es usufructuado por los habitantes del área
metropolitana. La singular riqueza hídrica de la provincia de Heredia,
representa para la ESPH, la dotación natural y gratuita de un excepcional
capital. En vez de explotarlo como una mina, se requiere manejarlo como una
inversión. Visto como inversión que genera un retorno de alto beneficio a muy
bajo
costo, entonces
el programa PROCUENCAS y pago del servicio ambiental hídrico, representan una
forma de capitalización de un activo natural.
El
involucramiento de los locales y sentimiento de apropiación, ha sido un
dispositivo que ha generado una participación de los beneficiarios finales que
se materializa con su disponibilidad a pagar por legítimos costos ambientales
en la provisión de su servicio de agua. Merece destacarse la iniciativa privada
de Florida Ice & Farm, como un gran usuario de agua en la cuenca del Río Segundo,
al unirse a la ESPH en reconocer y retornarle un pago directo a esta cuenca,
como el que paga un “arrendatario” por el usufructúo de una casa provista de
grandes servicios ambientales. Se espera que en el futuro que este ejemplo
pionero sea seguido por otros “arrendatarios” municipales y privados para el
mantenimiento adecuado de las instalaciones.
La “tarifa
hídrica” ha constituido una primera experiencia en servicios públicos en
innovar y “aprender haciendo”. Ciertamente este paso ha sido logrado en gran
medida por el esfuerzo en comprender y cumplir con la regulación establecida en
materia de servicios públicos. Existe interés y apertura de parte de ARESEP
para apoyar a las instituciones en el cumplimiento de sus obligaciones
ambientales para construir camino hacia el manejo de cuencas. Esfuerzos como el
emprendido por ESPH, se hacen en aras de complementar y apoyar el cumplimiento
de la política
nacional de
servicios ambientales. En ninguna forma intenta replicar ni sustituir a las
entidades competentes. El programa PROCUENCAS demuestra el potencial de
construir alianzas estratégicas con socios públicos y privados interesados en
la conservación del recurso hídrico. Como un aporte al aprendizaje nacional en
conservación, esta primera experiencia provee elementos para considerar el pago
de servicios ambientales, como una opción real para “oxigenar” las finanzas de
los Parques Nacionales y para consolidar las zonas protectoras identificadas
por el SINAC desde varias décadas atrás.
Por último, el
ejercicio de PROCUENCAS complementa los pasos dados por el ICE y CNFL, en
construir capacidad nacional para la adaptación al cambio climático, que se
necesita uniformar para todo los usuarios que comprenden el sector recursos
hídricos. Los servicios de abastecimiento de agua para consumo, somos altamente
dependientes de las bondades de la naturaleza y del ciclo hidrológico.
Reconociendo la vulnerabilidad de este subsector a efectos meteorológicos, como
el Niño, y a la creciente demanda de agua, es también fundamental proteger el
frágil recurso hídrico que aprovechamos.
Referencias bibliográficas
Programa
PROCUENCAS de la ESPH S.A. bajo un Modelo de Inversión Ambiental Compartida
(MIAC). UNA. Heredia, Costa Rica. 77p.
Entrevista
realizada al Dr. Luis Gámez Hernández, Dirección de Apoyo, Investigación y
Desarrollo, ESPH.
La exposición ya la hiciste muy bien en clase de este tema. Es conveniente que notes con la propiedad que escribimos cuando conocemos del tema, con datos, hechos y estudios actualizados y oportunos. EL PROFESOR.
ResponderEliminarTambién cuando se usan fotografías ajenas, se debe mencionar la fuente de donde se tomó, en caso de que no se conozca al autor y si no se sabe o se tiene dudas, no usarla mejor, por ejemplo la fotografía de la factura con un vaso de agua y un reflejo del logo de la ESPH en el, soy el autor de la misma y existen leyes relacionadas a los derechos de autor que protegen estas expresiones y las reconoce como obras. Yo no recuerdo haber dado el permiso para su uso y creo que es algo que se debería considerar para futuros trabajos, que por cierto muy bueno !.
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